Impro
- Todo Rojo
- 23 may 2021
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De noche
cuando la luna estaba llena,
se volvía lobo.
Pero selectivo,
podía recorrer toda la ciudad para morder su cuello y enroscarle el cuerpo con las piernas,
Para sentir ese olor a caza que tanto embriaga y hace alucinar.
Ella tenía la piel más suave que el vio en su eternidad.
El,
mitad hombre,
mitad lobo,
preferiría que le falten los ojos pero nunca el tacto,
Nunca.
Ni el olfato,
para poder encontrarla
sobre esas sábanas color mar y esa luz de luna reflejada en el barrio, que entraba por la ventana, mientras se mordían los cuellos.
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